Quisiera pasearme en el iris de tus ojos, ser resplandor difuso que ciega tus sentidos, atrapar la gota que derrama tu alma y perderme en la creación...



II

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No he de darte de mí solo un pedazo
me arrancaré la piel y los sentidos
y será mi carne tuya en un abrazo,
invocaré en un grito a mi alma
y me desprenderé del valor,
para entregarme;
seré piel de tu piel, sol de tu carne
y memoria imperecedera
en tu semblante.
No he de darte de mí solo un pedazo...
toda yo seré tú en un instante.
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