Quisiera pasearme en el iris de tus ojos, ser resplandor difuso que ciega tus sentidos, atrapar la gota que derrama tu alma y perderme en la creación...



VIII

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Si miraras mis ojos desde esa atalaya de tu ausencia,
desde la solitaria cumbre de tus pensamientos,
verías que derraman sangre.
Si te atrevieras a mirarme,
verías como los cristales arañan mi carne
y se llevan la piel como homenaje.
Si me escucharas
oirías como resuenan en el vidrio de mi alma,
silicio monumento a mi cordura,
y se arrastran por el suelo
bajo mis pies descalzos,
para seguir construyendo su tortura.
Si me escucharas....
sabrías que convertí en lagrimas las penas
y sufrí el dolor de parir locura.
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