Quisiera pasearme en el iris de tus ojos, ser resplandor difuso que ciega tus sentidos, atrapar la gota que derrama tu alma y perderme en la creación...



XXVI

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Ceñido tu rumbo al viento,
amurado a estribor, dejas el mar y su oleaje
para morir anclado a su ensenada.
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