Cada noche se volcaban estrellas
en los ojos enamorados,
se levantaban alambradas
se levantaban alambradas
entre el siempre y el jamás
que saqueaban el alma, la ansiedad
que saqueaban el alma, la ansiedad
y las ganas...
pero en esos labios sin gastar
pero en esos labios sin gastar
solo se pronunciaba una historia
lejana.